viernes, 9 de enero de 2009

EL DIA QUE NEVÓ EN MADRID


Cuando vi la nieve por la mañana me hizo mucha ilusión ver Madrid nevado, me parecía una estampa preciosa y una bonita imagen de despedida. Maldita la hora.
A las doce del medio día anunciaban que Barajas se cerraba, como mi vuelo salia a las 20:10 decidí no preocuparme hasta saber algo mas.
Fui a comer con Alicia y Perla de Vichy, nos bebimos una botella de vino enterita. Al salir del restaurante estábamos encantadas de conocernos; Alicia caminaba como una muñeca de famosa dirigiéndose del portal, Perla intentaba abrocharse el chubasquero y una servidora estaba demasiado concentrada en no resbalar, porque el vino y la nieve no son una buena combinación, Cuando de pronto perla desaparece, al mirar atrás la vemos metida dentro del único charco que había en toda la calle huertas. El charco tenia unos 20 cms. de profundidad y olía fatal. Tras rescatarla de la ciénaga decidimos que el carajillo mejor nos lo tomábamos otro día.


(Estas son las botas que salvaron a Perla de un resfriado o algo peor)


18:00 Alicia, Cesar, yo y dos maletas nos vamos hacia al aeropuerto, pues mi vuelo me aseguraban tanto Aena como Aer Lingus España tan solo iba a sufrir un retraso de 30 minutos. Con el corazón encogido, por el frío y la pena, llegamos al mostrador para facturar mi exceso de equipaje y... CANCELLED.
Nos dirigimos a la incompetente de Aer Lingus y con la cara más impasible nos dice que: El vuelo está cancelado y podemos cambiar por un vuelo al día siguiente o el dinero. En cualquier caso debemos esperar la cola. Antes de nosotros están ya 23 personas. Esperamos. Esperamos. Esperamos. Esperamos. Esperamos. Esperamos. Esperamos. Esperamos y tras 30 minutos de espera solo dos personas abandonaron la cola. Una porque se fue a por un café y la otra porque había conseguido que le cambiaran el vuelo.
Volvemos a hablar con incompetente y nos dice muy seria que no sabe cuanto puede tardar en atender a cada persona por que ella no sabe como se hace el cambio que no hay nadie que la pueda sustituir y que no se va a estresar, que se lo piensa tomar con calma. ¡ Y tanto cada persona se pasaba entre 15 y 30 minutos ante el mostrador!


Tratamos de ponernos en contacto con Aer Lingus España pero no conseguimos hablar con ningún operador, estábamos 15 minutos en espera y sorprendentemente a las 18:30 cerraron atención al cliente. Tirados en barajas y a merced de la que no se quería estresar.
La de Almatosa me llama y cuando le cuento el panorama se pone todo contento ¡Vale hoy rechocolatada!

Una chica muy hábil, Carme de Pozuelo, cielo de mujer, consigue hablar con Aer Lingus Irlanda en tres minutos consiguió que le diesen plaza en el vuelo de las 10:30 al día siguiente. Automáticamente todos empezamos a llamar a Irlanda, pero como no, Irlanda también cerró.
Ya estábamos desesperados eran las 20:00. Volvemos al mostrador y la incompetente ,que solo había atendido a 6 pasajeros, nos asegura que la única forma de conseguir plaza para el sábado es esperando la cola ¡y teníamos todavía 17 por delante!.
No se porqué pero decidí volver a intentar hablar con Irlanda y milagrosamente las oficinas estaban abiertas y en cinco minutos tenia plaza confirmada en el vuelo de las 10:30. Huimos de barajas a las 20:45.
La aventura del check in para mañana


3 comentarios:

Mocho dijo...

Endevé.

Ros dijo...

mucha mucha suerte allí y esperamos el check in

la oscuridad dijo...

Ay pena penita pena... Snif