martes, 24 de febrero de 2009

LA NOCHE EN DUBLIN

Lo de este país es increíble me encuentro unas cosas que no me imaginaba que se hubiesen inventado y menos aún vendido. Atentos a lo que me encontré en un bar al otro lado de la típica máquina de condones y tampones.



No tenía cambio, me estaban esperando y me quedé con ganas de probarla pero si vuelvo por este bar llevaré 50 cent.
Es el baño de las chicas así que imagino que son fragancias femeninas.
Vayas por donde vayas en esta ciudad siempre te encuentras algún grupo de música cantante o dúo, tocando en la calle especialmente en las calles comerciales. Yo ya me estoy acostumbrando a la música irlandesa. Pero lo sorprendente es salir de marcha y que te encuentres un grupo de "música" español. Algunos de mis compañeros de clase reconocieron que eran españoles y pretendían que les cantase las canciones o que me dedicasen una. De pronto me sentía en la boda de Matilde pero sin Matilde y sin alcohol.

Esto es en la acera de PENNEYS al lado del Spire, los autobuses que pasan por detrás son los que, desde el centro, te llevan hasta al aeropuerto.



Como siempre una mención al plástico. Querido Mocho viendo los problemas para escoger una lampara y lo mucho que te gustaba la lampara blanca de plástico aquí van tres bellas sugerencias

jueves, 5 de febrero de 2009

MAS NIEVE

Dicen los castellanos "Año de nieves año de bienes". Si lo del refrán es cierto este año por fin seré rica. Cuando dejé Madrid cayó sobre la ciudad la mayor nevada que se recuerda en años, en Dublín no nevaba desde hacía 85años. Hoy tenía que estar en Amsterdam y mi vuelo fue cancelado. El aeropuerto de Dublín se cerró al tráfico a la una de la tarde, treinta minutos antes del embarque. Mi avión ya estaba listo, la azafata estaba encendiendo el ordenador para recoger los billetes, todos los pasajeros estaban de pie ante el mostrador cuando de repente... Llegó la nieve.


Parecía que llovía leche y en cinco minutos el aeropuerto se quedó blanco. y la azafata recibió la fatídica llamada, el aeropuerto se cerraba hasta la cuatro. La verdad es que nos lo imaginamos al ver la que caía. La que se montó fue peor que en barajas. Las colas ante los mostradores daban varias vueltas al aeropuerto, uno no sabía si estaba en la cola para Aer france, Aer lingus, Iberia, Ryanair...


Pero aquí en cuanto te parabas con cara de despiste, tanto el personal del aeropuerto, como de cualquier compañía o incluso la policía te preguntaba por tu vuelo y te dirigía hacia el mostrador, de camino te pedían disculpas por la molestias varias veces y ante el mostrador la azafata (Personal de tierra) te daba un papelito con los números a los que llamar para cambiar el billete, o te situaban en la cola correcta si no tenias teléfono, y de vez en cuando pasaban ofreciendo botellines agua.
Parecerá una tontería, pero yo que estaba más perdida que un pato y no sabía por que pasillo tenía que ir, el que en cada esquina el personal de Aer Lingus o del aeropuerto nos señalaran los atajos que debíamos tomar fue una gran ayuda, aunque cuando empecé a camirar y nos decían, por aquí, por ahí, siga el pasillo, baje las escaleras, recojan el equipaje y continúen por este pasillo, hubo un momento en el que me asusté parecía que estaban evacuando el edificio.

Desde la puerta de embarque nos dirigieron para recoger el equipaje, cruzar la aduana, situarnos ante los mostradores de check-in y nos dieron la información de los vuelos cancelados y como podíamos cambiar el billete. Lo que no me esperaba es que tras cambiar el billete para el vuelo de las 6, Aer Lingus decidiera cancelar todos los vuelos.

Mi cuñado consiguió cambiarme vía telefónica el billete para mañana y me fui de aquel infierno de nieve. Vamos, lo mismito que en Madrid pero esta vez sola. Y mañana no tengo a Cesar para colarme delante de todos pero espero que el avión despegue sin problemas. No hay tormenta de nieve que cien años dure.

martes, 3 de febrero de 2009

FLORES DE PLÁSTICO

Este fin de semana he estado en Galway, el pueblo es precioso pero las carreteras irlandesas son tremendas, son como las nacionales de España hace años. Visitamos varios pueblos y en uno de ellos lo más interesante era una iglesia con un antiguo cementerio, mientras mis compañeros de viaje retrataban la iglesia yo me centré en las tumbas no tiene desperdicio.


Aunque no os lo creáis todas las flores son de plástico, las coronas, mas bien vallas publicitarias, son totalmente plásticas, la bola de cristal con flores y santa dentro ídem, lo único natural es el musgo. Pero lo que más me gustó es saber que reciclan. Los adornos navideños también se llevan al cementerio, aparecen en la primera foto.
Creía que era cosa de ese pueblo pero me volví a encontrar la misma decoración en otro pueblo.
Pero era previsible, fijaos que mono este jardín al lado de mi escuela de idiomas.