jueves, 5 de febrero de 2009

MAS NIEVE

Dicen los castellanos "Año de nieves año de bienes". Si lo del refrán es cierto este año por fin seré rica. Cuando dejé Madrid cayó sobre la ciudad la mayor nevada que se recuerda en años, en Dublín no nevaba desde hacía 85años. Hoy tenía que estar en Amsterdam y mi vuelo fue cancelado. El aeropuerto de Dublín se cerró al tráfico a la una de la tarde, treinta minutos antes del embarque. Mi avión ya estaba listo, la azafata estaba encendiendo el ordenador para recoger los billetes, todos los pasajeros estaban de pie ante el mostrador cuando de repente... Llegó la nieve.


Parecía que llovía leche y en cinco minutos el aeropuerto se quedó blanco. y la azafata recibió la fatídica llamada, el aeropuerto se cerraba hasta la cuatro. La verdad es que nos lo imaginamos al ver la que caía. La que se montó fue peor que en barajas. Las colas ante los mostradores daban varias vueltas al aeropuerto, uno no sabía si estaba en la cola para Aer france, Aer lingus, Iberia, Ryanair...


Pero aquí en cuanto te parabas con cara de despiste, tanto el personal del aeropuerto, como de cualquier compañía o incluso la policía te preguntaba por tu vuelo y te dirigía hacia el mostrador, de camino te pedían disculpas por la molestias varias veces y ante el mostrador la azafata (Personal de tierra) te daba un papelito con los números a los que llamar para cambiar el billete, o te situaban en la cola correcta si no tenias teléfono, y de vez en cuando pasaban ofreciendo botellines agua.
Parecerá una tontería, pero yo que estaba más perdida que un pato y no sabía por que pasillo tenía que ir, el que en cada esquina el personal de Aer Lingus o del aeropuerto nos señalaran los atajos que debíamos tomar fue una gran ayuda, aunque cuando empecé a camirar y nos decían, por aquí, por ahí, siga el pasillo, baje las escaleras, recojan el equipaje y continúen por este pasillo, hubo un momento en el que me asusté parecía que estaban evacuando el edificio.

Desde la puerta de embarque nos dirigieron para recoger el equipaje, cruzar la aduana, situarnos ante los mostradores de check-in y nos dieron la información de los vuelos cancelados y como podíamos cambiar el billete. Lo que no me esperaba es que tras cambiar el billete para el vuelo de las 6, Aer Lingus decidiera cancelar todos los vuelos.

Mi cuñado consiguió cambiarme vía telefónica el billete para mañana y me fui de aquel infierno de nieve. Vamos, lo mismito que en Madrid pero esta vez sola. Y mañana no tengo a Cesar para colarme delante de todos pero espero que el avión despegue sin problemas. No hay tormenta de nieve que cien años dure.

2 comentarios:

maci-zorra dijo...

Nosotros tambien sufrimos el colapso provocado por la nieve en Londres. Que coñazo la nieve! Y es que no se puede caminar con elegancia por una acera helada. Ánimo guapa que no habrá temporal que te detenga...

Peritoni dijo...

Pues sí, vaya diferencia de trato, claro que ellos estarán más acostumbrados a esas mini-catástrofes.

Besitus.